Nadie podría
quitarle
a la luna
el espejo
llevando el sueño
infinito
de esperanzas
pero el sol
que sabe de heridas
calienta la tierra
de vez en cuando
para no dejar
que se congele.
Nadie podría
quitarle
a la luna
el espejo
llevando el sueño
infinito
de esperanzas
pero el sol
que sabe de heridas
calienta la tierra
de vez en cuando
para no dejar
que se congele.